miércoles, 2 de abril de 2008

Memorias de la Intencionalidad trascendente en acción.

El Periodista argentino, Raúl Noro, traslada su memoria 40 años atrás, hacia la norteña Jujuy argentina, ciudad que fuera testigo de acontecimientos que dieron origen al Movimiento Humanista. La década de los ’60 y su juvenil agitación propició diversas manifestaciones entre las que se distinguió, aquella de los seguidores de la doctrina de la No-Violencia activa de Silo y sus profundas prácticas de transformación que partiendo de lo personal se proyectarían a lo social.

Queridos amigos:

Aqui les envio unos breves recuerdos históricos de lo que he llamado "Memorias de la Intencionalidad Trascendente en Acción". Obviamente, suceden en Jujuy y fui testigo de ellos con la subjetividad que la memoria tiene. Falta escribir Jujuy 3. Quizas puedan servir a muchos amigos que no conocen los primeros tiempos de lo nuestro.
Espero que les guste el aporte.
Un fuerte abrazo de Raul Noro

Memorias de la Intencionalidad trascendente en acción.

JUJUY 1

El Che Guevara fue muerto en Octubre de 1967, en Valle Grande, Bolivia. Ese mismo año y ese mismo mes, unos 500 kilómetros mas al sur, en una alejada comarca del norte argentino, concretamente en el paraje rural de El Arenal, cerca de la ciudad de San Pedro de Jujuy, un grupo de 12 jóvenes latinoamericanos -ninguno de ellos mayor de 30 años-, dirigido por Silo, estudiaba el complejo funcionamiento de la conciencia, en una situación de relativo aislamiento.

Tales estudios fueron encarados en una vivienda que, como tarea complementaria, los partícipes construyeron con materiales de la zona, a fin de que les sirviera como ámbito físico. Simultáneamente, se entregaban a un intrincado sistema de ejercitaciones.

En lo que por entonces se denominó Base 1 (el primer retiro de lo que posteriormente fue el Movimiento Humanista), y, entre otras experiencias de autoconocimiento, se efectuaban distinto tipo de ejercicios para testear el funcionamiento de los centros, se exploraban las condiciones y el desarrollo de la percepción, la memoria y, sobre todo, las diferentes características de la atención. Asimismo se planteaban trabajos puntuales referidos a la auto-observación.

El condicionamiento del cuerpo, la influencia del medio sobre el yo y del yo sobre el medio, no estaban alejados de tales propuestas, en el marco de la búsqueda del despertar.

En ocasiones y para celebrar algún tipo de acontecimiento, se realizaban sencillas ceremonias en la humilde sala de estar de la vivienda en cuestión. ¿En que consistían las ceremonias? Por ejemplo, se vocalizaban, en conjunto, ciertas notas, cuya vibración armonizaba con distintos centros, en un marco de serena atención.

Un día de octubre, el acontecimiento, fue un eclipse total de sol. Algunos jóvenes jujeños, de la capital de la provincia, fueron invitados a participar del evento. Los visitantes informaron a Silo y al grupo, de la muerte del Che Guevara cuya noticia se había difundido por los diarios del día anterior. Silo escuchó la noticia, miró un momento hacia el horizonte y, después de un instante de silencio, se preguntó: -"Han matado el Che?... aquí esta naciendo algo nuevo y muy hondo..."

Para dar un contexto histórico, el mayo francés todavía no había sucedido, aunque la rebelión generacional -con sus variopintas manifestaciones- comenzaba a extenderse por toda la tierra. Las creencias en la revolución armada, para parir el "hombre nuevo", se encontraban en la cúspide de su manifestación, mientras el ideal de la no-violencia activa renacía en algunos corazones.

Esa noche, luego de la ceremonia mencionada más arriba, bajo una luna llena que iluminaba con su luz de plata hasta el ultimo recinto del bosque circundante, el Maestro regaló la charla "Accidente y Destino".

Cabe también decir que, posteriormente, esos jóvenes fueron detenidos al ser sindicados, intencionalmente, como guerrilleros. El pretexto era que habían robado algunas herramientas de labranza. Es que el gobierno militar de entonces no aceptaba aquello que no entendía y lo consideraba enemigo. Por supuesto, a los pocos días, fueron dejados en libertad. La casa había sido ametrallada y, durante esa acción, un impertinente oficial dijo algo como "-después de esto, se acabaron..."

Sin darle demasiada importancia a ese bárbaro suceso los jóvenes volvieron al trabajo y luego de completada la etapa correspondiente a tales estudios, se dispersaron hacia los cuatro puntos cardinales llevando los primeros atisbos de un nuevo mensaje a la humanidad: "Hay que salvar al hombre de la venganza..."


JUJUY 2

El 20 de Julio de 1969, el hombre puso su pie en la luna y Silo volvió a Jujuy. Su intención era lanzar una Arenga pública en la localidad de Yala, a unos 14 kilómetros de la ciudad de San Salvador de Jujuy, en la puerta de entrada a la Quebrada de Humahuaca.

El sentido de tal comunicación, estaba relacionado con la reafirmación del claro mensaje ya manifestado en Punta de Vacas, el 4 de Mayo de ese mismo año, pero, en este caso, con un fuerte contenido americanista.

En Jujuy, la cultura andina se encontraba muy arraigada en la conciencia de sus habitantes y la reverencia a la tierra, la Pachamama, era y es una impronta profunda.

Miles de personas se acercaron a verlo y escucharlo, incluyendo unos bailarines indigenas conocidos como los semilantes, pero no pudieron hacerlo porque la policía de la dictadura militar, se lo impidió.

No obstante ello, el Maestro grabó igualmente su mensaje ante unos pocos, en el cual, en una de sus frases sentenció: "América; despierta y levántate ha llegado la hora de tu misión...!" y, mas adelante: "a partir de ahora, la historia deberá contar con el Espíritu de América".

Esa misma noche, se refirió al salto espacial que había dado la humanidad en el terreno de la tecnología y lo relacionó con el salto cualitativo de la conciencia que se había producido, perceptualmente, en el techo de la cordillera de los Andes. Era el comienzo de una nueva alianza con lo trascendente. En un lenguaje más enigmático habló también del tema del control del tiempo y de la energía y de muchos otros asuntos.

Como en aquella charla en El Arenal, dos años antes, esa noche la luna llena -horadada por los pies de un hombre- brillaba con inusitado esplendor. Cuando quienes lo acompañaban se fueron a descansar, una suave y profunda alegría trascendente inundó el pecho de todos.



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